Revuelta blanca

EXPEDIENTES SF


Black men gotta alotta problems / But they don't mind throwing a brick
White people go to school / Where they teach you how to be thick
And everybody's doing / Just what they're told to
And nobody wants / To go to jail!

White riot - I wanna riot / White riot - a riot of my own

All the power's in the hands / Of the people rich enough to buy it
While we walk the street / Too chicken to even try it
And everybody's doing / Just what they're told to
And nobody wants / To go to jail!

White riot - I wanna riot / White riot - a riot of my own

Hey, stand in a line / Have you got a surname, baby?


Cada año se celebra un Carnaval en Londres. Lo iniciaron los inmigrantes originarios de Jamaica en 1957 o 1958 en Notting Hill, que en aquel momento contaba con la población más nutrida de jamaicanos. Las viviendas eran baratas, y los metieron en casillas y los timaron, asi que para sentirse mejor crearon el Carnaval. Pero en verano de 1976 la comunidad negra había sufrido una enorme presión policial. Creo que estábamos allí cuando lanzaron el primer ladrillo. Paul, Bernie y yo íbamos caminando con ellos y entre la multitud empezó a avanzar una horda policial. En aquel momento no habían aprendido a mantener su presencia bajo mínimos. Se mezclaron entre la multitud con su casco de la policía británica, que me parece un poco estúpido. Y cuando ves una hilera de policías en medio de un Carnaval resulta todavía más absurdo. Alguien les arrojó un ladrillo y se desató el infierno. De verdad, aquello era un infierno.
La multitud se disgregó y nos empujaron contra una alambrada que había alrededor de un enorme agujero que estaban excavando. Estuvimos a punto de caernos dentro. Todo el mundo empezó a tirar escombros a la policía, y es lo que había que hacer, porque las fuerzas del orden eran intolerables y no había ningún tipo de compensación por su conducta. Era tu palabra contra la de un policía, y un juez nunca te creería. Era un Estado policial. Bueno, todavía lo es.
Pero en aquel momento la gente estaba harta, y eso es lo que dio pie a «White Riot». Nosotros participamos en el motín, pero en todo momento fui consciente de que aquella revuelta era de los negros, porque tenían un interés personal y más valor para emprender acciones. Después de la revuelta me sentó y escribí la letra. La canción, pese a su torpeza, intenta decirle al hombre blanco que si pretendemos hacer algo, tendremos que convertirnos en anarquistas o activistas. No podemos sentarnos y dejarnos maltratar por la sociedad. Aquellos disturbios fueron el día más importante de nuestras vidas. Vi a un policía motorizado que recorría Ladbroke Grove mientras la gente le arrojaba cosas. Uno de los nuestros le tiró un cono de tráfico y lo único que pudo hacer aquel agente fue seguir adelante. La gente volcaba coches y les prendía fuego, así que decidí hacerlo yo también, lo cual fue absurdo. Nos encontrábamos junto a un coche con una caja de cerillas Swan Vesta, y una cosa es decir «quema los coches, quema el gueto», y otra bien distinta prenderle fuego a un automóvil. Las cerillas se apagaban con el viento y no había manera de incendiarlo. Fue cómico, al menos en parte. La cosa se prolongó hasta bien entrada la noche y fue una jornada increíble. No podían controlarlo. Ladbroke Grove ardió. [Joe Strummer]

Joe, Bernie y yo fuimos a Portobello Road, situado bajo la Westway, durante el Carnaval. No sé dónde estaba Mick. Andábamos por allí escuchando música cuando aparecieron dos brigadas policiales, agarraron a un par de tipos e intentaron llevárselos, pero ellos gritaban que no tenían nada que ver. Una persona que tenía junto a mí mencionó algo sobre unos carteristas. Al cabo de un minuto, empezaron a arrojar vasos de papel y latas a la policía. Después pasaron a los ladrillos, porque había algunas obras cerca de allí, y de repente había policías por todas partes cargando contra la multitud.
Todo el mundo echó a correr, incluso gente con bebés en sus cochecitos, y a nosotros nos acorralaron contra una valla y las gafas de Bernie salieron volando. Joe tropezó y cayó al suelo y la policía se hizo atrás.
Después de eso todo explotó. Había zonas prohibidas para la policía y controlábamos aquellas calles. La comisaría se encontraba en la cima de la colina y sus furgonetas tenían que pasar frente a nosotros para llegar hasta allí. Cuando circulaban por delante de nosotros, la gente les lanzaba ladrillos y destrozaba las ventanillas. Era como disparar a las palomas.
En un momento dado, un policía en una motocicleta vino en dirección nuestra a toda velocidad, lo cual me pareció bastante valiente por su parte, pero agarré una baliza, corrí hacia él y se la arrojé. Le alcancé en la rueda y el policía saltó por los aires. Yo estaba muy exaltado por todo aquello, como todos los demás.
Pero asi eran las cosas. Los negros siempre habían sufrido acoso. Desde que era niño, como iba a fiestas blues, siempre había algún blanco que se metía conmigo.
Lo que sucedió con la revuelta es que, por alguna razón, te sentías aliviado al sostener aquel ladrillo y lanzarlo.
Hubo un momento en que Joe y yo tratábamos de incendiar un coche. Unos chavales lo habían intentado y fracasaron. Cogimos una camisa vieja, la metimos debajo del coche e intentamos prenderle fuego, pero no había manera, hasta que de repente se puso a arder y salía humo por todas partes.
Recuerdo que vi a un tipo blanco vestido de payaso escondido en un sótano mientras se arrojaban ladrillos, y parecía tremendamente asustado.
Por los callejones había una serie de generales rastas que controlaban los acontecimientos, y enviaban a gente a atacar en distintas zonas. Siempre estaban preparados para la policía y la hacían retroceder en cuanto intentaba dar un paso al frente.
En un momento dado, Joe y yo nos vimos acorralados por unos niños que intentaron atracarnos, probablemente porque éramos blancos y nos encontrábamos en mitad de aquellos altercados. Nos registraron y, por supuesto, en los bolsillos no llevábamos ni una moneda, sólo ladrillos. Entonces llegó un general rasta que había visto lo sucedido y ordenó a los chicos que se largaran y nos dejaran en paz. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que aquello no era asunto nuestro, que no era nuestra historia.
Nos fuimos de allí, pero regresamos aquella noche con Sid [Vicious], queríamos ir al club negro, el Metro, pero a medida que avanzábamos la gente nos decía que no continuáramos. Cerca del club, alguien nos advirtió: «Noooo, no vayan allí o serán hombres muertos», y respondimos: «Tienes razón», y aquello fue todo.
Fue una fantástica experiencia para Joe y para mí; por un momento estuvimos sólo nosotros corriendo de un lado a otro. Quedamos con Mick al día siguiente y Joe escribió «White Riot» aquella noche.
Varias personas hicieron fotos de los disturbios. Uno de ellos, Rocco, era un español, y Bernie estaba ansioso por utilizar sus instantáneas para nuestros discos, carteles o lo que fuera. Acabamos utilizando una para la portada de Black Market Clash, en la que aparece Don Letts caminando hacia una hilera de policías. [Paul Simonon]

[Testimonios extraidos del libro "The Clash", una hermosa biografía relatada por los integrantes de la banda. Es EL libro que todo fanático debe tener, carito pero vale la pena, sobre todo por las fotos y los flyers que allí muestran]


7 comentarios:

Las Panderetas dijo...

Si llegamos a fin de mes lo compramos, creo que vale mucho la pena tener ese libro.

Les mando un abrazo, buen finde a todos!

punk luddita dijo...

excelente recomendación

Facundo Miño dijo...

Yo no me termino de convencer para comprarlo. No soy tan fan de la banda pero cuando lo vi en la librería que trabajo me tenté. Vale $199 según me parece. El tema es que mi economía no resisite. Por ahora me tengo que conformar con la lectura del nuevo libro de Nick Hornby (por Anagrama, casi 90 mangos) que luego devolveré a mis jefes. había leido el fragmento de Paul Simonon pero no el de Strummer.
Mis respetos.

El Oftalmologo del Sincolirio dijo...

recomendado! muy bueno

santiago segura dijo...

Qué caro es, pero qué ganas de comprarlo... algún día quizá me agarren ganas de golpe y lo haga.
Genios Clash.

Elafro dijo...

ay que pudrirla o nos van a escupir en la cara hasta viejos!! qué pasa con la gente que no está tirando ladrillos por la calle?
y ahora los adolescentes andan con huevadas... recuerden las enormes, las sabias palabras de chary: de pendejo sos anarquista o sos un pelotudo. o algo así.
vamo arriba! larga vida a la Revolución!

Elafro dijo...

(h)