MTV fuera del aire
Axl Rose meneando el micrófono por sobre su cabeza al ritmo de Knocking on Heaven's Door o el idiota de Sid Vicious con todos los brazos lastimados tocando el bajo (o haciendo que) en algún show de los Sex Pistols en los 70s, o las piruetas de Campino de los Die Toten Hossen colgándose de lugares extraños en los escenarios del mundo o Angus Young tocando sobre los hombros de Brian Johnson su clásica guitarra o Iggy Pop simulando sexo arriba de un Marshall o Marilyn Manson haciendo lo que se supone que hace que asusta a la gente y hasta Sandro en bata moviendo la cadera esquivando bombachas de cincuentonas excitadas, son pequeñeces, cositas tan mínimas como un microbio comparadas las performances sobre los escenarios de Jesus Christ Allin, más conocido como GG Allin.
Debe ser jodido que tu viejo te ponga por nombre Jesucristo, más todavía si es un ultrafanáticos religioso y violento. No se nada de psicología, pero popularmente se dice que el origen de todos los problemas esta en la infancia y en este caso me parece que la máxima es acertada. Jesus Christ Allin, a quien su pequeño hermano ante la imposibilidad de mencionar bien su nombre llamaba “Jeje” (GG), fue uno de los tipos mas extraños y escatológicos que se vio alguna vez en el mundillo musical. Hay gente que logró imponerse en el medio por su notable talento para ejecutar algún instrumento o por su buena voz o por sus letras poéticas y admiradas por millones, bueno, este no es el caso: GG Allin es conocido por sus actuaciones, por sus descargas frenéticas y enfermas sobre cada escenario que pisaba. ¿Qué tan lejos se puede llegar? ¿Es necesario? El punk nació como una provocación contra lo políticamente correcto, es por eso que las crestas, la ropa tajeada, las remeras con mensaje y demás rangos estéticos no son producto de la casualidad sino que son parte del folklore y le busca dar un sentido a la rebeldía. ¿Pero que sucede cuando todo eso se lleva a un extremo?. El “sexo, drogas y rocanrol” suena bien, es una frase bonita para pronunciar y ser tapa de alguna revista, pero hubo alguien que no lo tomo solo como una declaración, lo llevo a un extremo pocas veces alcanzado.
Sus comienzos de la música datan de 1977, año en que tocaba la batería en una olvidable banda punk llamada The Jabbers y cada tanto le gustaba cantar alguna canción, por aquel momento las droga empezó a ser un problema así que la banda termino separándose en el 84. Ahí fue que decidió a hacerse cargo del micrófono y ser el frontman de sus futuros proyectos. Así fue como grabo con un par de con bandas como The Cedar Street Sluts, The Scumfucs, The Texas Nazis, MalPractice, The AIDS Brigade y la más duradera de todas The Murder Junkies. Igual poco importan sus acompañantes, el espectáculo era él. GG Allin era violencia por la violencia misma en su máxima expresión. Para empezar solía presentarse en escena desnudo, o con algún pequeño slip que deje ver sus tatuajes en muchos casos seudotumberos, y ya después muy bien no se sabía que podía suceder. Y cuando hablo de que no se sabia, es que no se sabia. La noche podía incluir golpes de parte del cantante para con su público, podía incluir una horda de fans enojados que subieran a devolverle los golpes (en alguna oportunidad 16 punks le dieron una paliza en pleno concierto que lo hizo terminar con algunos huesos rotos sin conocimiento) podía (y solía) incluir sangre por todos lados consecuencia de sus autoflagelaciones, una de sus prácticas más habituales era golpearse la cabeza con el micrófono hasta lastimarse y terminar sangrando durante todo el show. Pero si la sangre parece mucho, no es nada comparado a esas veces que le pintaba cagarse en escena y no me refiero a tener miedo, estoy siendo 100 % literal. Cagarse en escena y revolear la mierda al público puede ser demasiado, pero para GG era algo habitual. Tan habitual como meterse el micrófono en el culo, hacerse una paja y mear sobre el escenario entre otros actos que le pintaban hacer como parte de su actuación. Todo esto, valga la aclaración, sucedía mientras cantaba sus canciones, por lo general temas de rítmica punk muy poco memorables, en recitales que rara vez superaban los 30 minutos de duración. “Cero teatralidad, nada. Mi mente es una ametralladora, mi cuerpo son las balas y mi blanco perfecto es la audiencia” solía decir cuando le consultaban al respecto.

GG Allin por todo esto fue marginado hasta de la escena punk, nadie quería tocar con él y su grupo del momento, lo cual lo llevó a tener problemas constantes con los lugares donde hacia sus presentaciones y con la policía, que cada vez que se enteraba de algún concierto suyo hacia su aparición.
En 1989 fue acusado de violación y tortura a una fan, delito por el cual estuvo preso poco más de un año. En aquella oportunidad los psicólogos lo diagnosticaron como un tipo masoquista, narcisista con síntomas de una personalidad borderline y bipolar.
En una escena tan aburrida un tipo así se destaca por sobre el resto y fue por eso que un par de cineastas se interesaron en él y comenzaron a filmarlo haciendo algunos documentales donde el mismo, y compañeros de banda cuentan quien carajo es ese pelado loco lleno de sangre y mierda que canta sus verdades en pequeños clubes del under estadounidense. El más conocido de todos es Hated: GG Allin and the Murder Junkies de Tod Phillips que salio en 1993, para posteriormente ser editado en dvd en 1997, allí se pueden ver muchas de esas cosas que todos hablaban, pero pocos habían presenciado.
Varias veces dijo que el quería morirse arriba de un escenario, hasta planeó suicidarse con una bomba casera en un Halloween (sin que le importe llevarse a unos cuantos con él), algo que no pudo llevar a cabo porque fue detenido días antes nadie se acuerda porque.
Su ultimo show fue el 28 de junio de 1993, una vez más la policía había parado el concierto después de 2 canciones, algo que puso impaciente al público que generó algunos disturbios y le sirvió a GG para salir corriendo del lugar y terminar rescatado por unos fans a unas cuadras de allí cuando era perseguido por la policía. Esta muchachada lo invitó a pasar el resto de la noche con ellos lo cual acepto gustosamente sin saber que esa serían las últimas horas de su vida. A la mañana siguiente apareció muerto de una sobredosis en la casa de uno de estos fans que lo habían llevado de juerga, tenía 36 años
El funeral fue una gran fiesta, una especie de último acto, en que sus amigos se sacaban fotos con el cadáver como si fuera la novia en un casamiento cristiano todo mientras tomaban y se drogaban alrededor de un cuerpo en estado de putrefacción que no había recibido ningún tipo de tratamiento por expreso pedido de sus colegas.
Con el correr de los años el mito de GG creció y creció, pero por suerte existen imágenes que confirman cada una de esas cosas que se dicen.
Así vivió y murió GG Allin un loco, enfermo, border, ridículo, demente, rebelde, insano o como quieras llamarlo que jamás estuvo siquiera cerca de salir en MTV.
Axl Rose meneando el micrófono por sobre su cabeza al ritmo de Knocking on Heaven's Door o el idiota de Sid Vicious con todos los brazos lastimados tocando el bajo (o haciendo que) en algún show de los Sex Pistols en los 70s, o las piruetas de Campino de los Die Toten Hossen colgándose de lugares extraños en los escenarios del mundo o Angus Young tocando sobre los hombros de Brian Johnson su clásica guitarra o Iggy Pop simulando sexo arriba de un Marshall o Marilyn Manson haciendo lo que se supone que hace que asusta a la gente y hasta Sandro en bata moviendo la cadera esquivando bombachas de cincuentonas excitadas, son pequeñeces, cositas tan mínimas como un microbio comparadas las performances sobre los escenarios de Jesus Christ Allin, más conocido como GG Allin.

Sus comienzos de la música datan de 1977, año en que tocaba la batería en una olvidable banda punk llamada The Jabbers y cada tanto le gustaba cantar alguna canción, por aquel momento las droga empezó a ser un problema así que la banda termino separándose en el 84. Ahí fue que decidió a hacerse cargo del micrófono y ser el frontman de sus futuros proyectos. Así fue como grabo con un par de con bandas como The Cedar Street Sluts, The Scumfucs, The Texas Nazis, MalPractice, The AIDS Brigade y la más duradera de todas The Murder Junkies. Igual poco importan sus acompañantes, el espectáculo era él. GG Allin era violencia por la violencia misma en su máxima expresión. Para empezar solía presentarse en escena desnudo, o con algún pequeño slip que deje ver sus tatuajes en muchos casos seudotumberos, y ya después muy bien no se sabía que podía suceder. Y cuando hablo de que no se sabia, es que no se sabia. La noche podía incluir golpes de parte del cantante para con su público, podía incluir una horda de fans enojados que subieran a devolverle los golpes (en alguna oportunidad 16 punks le dieron una paliza en pleno concierto que lo hizo terminar con algunos huesos rotos sin conocimiento) podía (y solía) incluir sangre por todos lados consecuencia de sus autoflagelaciones, una de sus prácticas más habituales era golpearse la cabeza con el micrófono hasta lastimarse y terminar sangrando durante todo el show. Pero si la sangre parece mucho, no es nada comparado a esas veces que le pintaba cagarse en escena y no me refiero a tener miedo, estoy siendo 100 % literal. Cagarse en escena y revolear la mierda al público puede ser demasiado, pero para GG era algo habitual. Tan habitual como meterse el micrófono en el culo, hacerse una paja y mear sobre el escenario entre otros actos que le pintaban hacer como parte de su actuación. Todo esto, valga la aclaración, sucedía mientras cantaba sus canciones, por lo general temas de rítmica punk muy poco memorables, en recitales que rara vez superaban los 30 minutos de duración. “Cero teatralidad, nada. Mi mente es una ametralladora, mi cuerpo son las balas y mi blanco perfecto es la audiencia” solía decir cuando le consultaban al respecto.

GG Allin por todo esto fue marginado hasta de la escena punk, nadie quería tocar con él y su grupo del momento, lo cual lo llevó a tener problemas constantes con los lugares donde hacia sus presentaciones y con la policía, que cada vez que se enteraba de algún concierto suyo hacia su aparición.
En 1989 fue acusado de violación y tortura a una fan, delito por el cual estuvo preso poco más de un año. En aquella oportunidad los psicólogos lo diagnosticaron como un tipo masoquista, narcisista con síntomas de una personalidad borderline y bipolar.
En una escena tan aburrida un tipo así se destaca por sobre el resto y fue por eso que un par de cineastas se interesaron en él y comenzaron a filmarlo haciendo algunos documentales donde el mismo, y compañeros de banda cuentan quien carajo es ese pelado loco lleno de sangre y mierda que canta sus verdades en pequeños clubes del under estadounidense. El más conocido de todos es Hated: GG Allin and the Murder Junkies de Tod Phillips que salio en 1993, para posteriormente ser editado en dvd en 1997, allí se pueden ver muchas de esas cosas que todos hablaban, pero pocos habían presenciado.
Varias veces dijo que el quería morirse arriba de un escenario, hasta planeó suicidarse con una bomba casera en un Halloween (sin que le importe llevarse a unos cuantos con él), algo que no pudo llevar a cabo porque fue detenido días antes nadie se acuerda porque.
Su ultimo show fue el 28 de junio de 1993, una vez más la policía había parado el concierto después de 2 canciones, algo que puso impaciente al público que generó algunos disturbios y le sirvió a GG para salir corriendo del lugar y terminar rescatado por unos fans a unas cuadras de allí cuando era perseguido por la policía. Esta muchachada lo invitó a pasar el resto de la noche con ellos lo cual acepto gustosamente sin saber que esa serían las últimas horas de su vida. A la mañana siguiente apareció muerto de una sobredosis en la casa de uno de estos fans que lo habían llevado de juerga, tenía 36 años
El funeral fue una gran fiesta, una especie de último acto, en que sus amigos se sacaban fotos con el cadáver como si fuera la novia en un casamiento cristiano todo mientras tomaban y se drogaban alrededor de un cuerpo en estado de putrefacción que no había recibido ningún tipo de tratamiento por expreso pedido de sus colegas.
Con el correr de los años el mito de GG creció y creció, pero por suerte existen imágenes que confirman cada una de esas cosas que se dicen.
Así vivió y murió GG Allin un loco, enfermo, border, ridículo, demente, rebelde, insano o como quieras llamarlo que jamás estuvo siquiera cerca de salir en MTV.