COLUMNISTA INVITADO
Por César Fuentes Rodríguez*
No vayan a creer que el título de esta nota se me ocurrió a mí. Apúntenle con el dedo y reclámenle a Miriam Maidana, que se acuerda y sacó el tema. Seguramente tendrá que ver con aquella época maravillosa en que fuimos compañeros en la Heavy Rock & Pop y con lo improbable de que una primicia como aquella la haya presentado un servidor cuando tantos hubieran querido hacerle los honores.
Pero eso pasa luego, en el momento a casi nadie le importa. Sí, después de que una banda se hace grande, vende pilas de discos y arrastra millones de fans, se la señala como pionera y visionaria, o simplemente "explota" (como dicen los ejecutivos menos informados del mundo, que son los del negocio discográfico), es ahí cuando aparecen los heraldos del "yo la vi primero". Como si importara… Todo parece muy lejano e informal ahora. Mario Ian me había comentado que había empezado un programa en la trasnoche de la Rock & Pop que estaba muy copado y pasaban la música fuerte que nos gustaba. Yo no me lo creía del todo. Los tiempos de Cuero Pesado y Lagunas parecían entonces ya olvidados. Pero igual decidí presentarme y llevar los primeros números de Madhouse, la revista con la que estaba comenzando y ya me daba sus dolores de cabeza. La radio estaba entonces en el Bajo, sobre la calle Belgrano, a unas decenas de metros de Paseo Colón y, para mi sorpresa, en la entrada me dirigieron sin protocolo alguno hacia los estudios. Verea y Nagy, los conductores del programa, me recibieron con una onda increíble y vi que lo mismo hacían con todo el mundo. Los estudios siempre estaban llenos de gente copada y la diversión era constante. Triunfaba una política de puertas abiertas como nunca más se vivió en la emisora. Volví, por supuesto, y para la ocasión siguiente traje a la fiesta algunos casetes y los comenté al aire. Las veces sucesivas arrimé material raro, inédito o directamente novedades recién salidas del horno. De pronto ir a La Heavy a compartir música se me volvió un vicio. Por aquel entonces yo recibía discos de todas partes y vivía buscando información, fundamentalmente sobre Metal, que era lo que más me gustaba, pero no me privaba de otras cosas porque -como bien saben los que saben- la buena música es toda buena.
Y hete aquí que un buen día me caigo con un disco de tapa en blanco y negro francamente poco prometedora llamado "Bleach", paso un par de temas, menciono el sello Sub Pop y la movida incipiente que se daba en Seattle y listo, eso fue todo, hecho consumado. No recuerdo que nadie se impresionara especialmente ni que arreciasen los llamados de los oyentes. Nirvana no me pareció gran cosa entonces, ni más tarde, sobre todo cuando tenía bandas como Soundgarden, Mother Love Bone o Alice In Chains para comparar, con un sonido más poderoso y un enfoque artístico superior. Un año después, más o menos, caí al programa con "Nevermind" recién editado y el rumor de que estaba vendiendo mucho en Estados Unidos. Casi nadie se acordaba de que ya había sonado "Bleach". Pasaron semanas antes de que se viera el fenómeno de las listas de ventas y "Smells Like Teen Spirit" infectara la radio y la MTV como una plaga maligna.
Lo demás es historia conocida, incluso su visita a la Argentina en el '92 y el vergonzoso show que dieron en Vélez. Aquella vez tuve la oportunidad de entrevistarlo a Dave Grohl, que me pareció un pibe sencillo y macanudo como pocos (y el único que puso algo de sí mismo sobre las tablas, debo decir). En cuanto a Cobain, lo vi pasar por la sala de prensa como un cadáver viviente, serio, con la mirada perdida, barba de varios días y las ojeras oscurísimas. Algunos creyeron ver entonces un presagio del drama y la crónica de una muerte anunciada. Tanto hablar de lo miserable que se sentía, de lo mucho que le incomodaba el estrellato y de que cualquier día de aquellos se pegaba un tiro, lo único que faltaba era que demorase más la decisión. Si algo positivo puedo decir de Kurt, es que al final resultó un tipo de palabra.
* Uno de los conductores de la Heavy Rock & Pop, editor de la revista Madhouse, Epopeya y Requiem. Uno de esos tipos que son un referente en lo que a cultura heavy metal se refiere. Pueden escuchar su "Noticiero de las pampas" en este link
Por César Fuentes Rodríguez*
No vayan a creer que el título de esta nota se me ocurrió a mí. Apúntenle con el dedo y reclámenle a Miriam Maidana, que se acuerda y sacó el tema. Seguramente tendrá que ver con aquella época maravillosa en que fuimos compañeros en la Heavy Rock & Pop y con lo improbable de que una primicia como aquella la haya presentado un servidor cuando tantos hubieran querido hacerle los honores.
Pero eso pasa luego, en el momento a casi nadie le importa. Sí, después de que una banda se hace grande, vende pilas de discos y arrastra millones de fans, se la señala como pionera y visionaria, o simplemente "explota" (como dicen los ejecutivos menos informados del mundo, que son los del negocio discográfico), es ahí cuando aparecen los heraldos del "yo la vi primero". Como si importara… Todo parece muy lejano e informal ahora. Mario Ian me había comentado que había empezado un programa en la trasnoche de la Rock & Pop que estaba muy copado y pasaban la música fuerte que nos gustaba. Yo no me lo creía del todo. Los tiempos de Cuero Pesado y Lagunas parecían entonces ya olvidados. Pero igual decidí presentarme y llevar los primeros números de Madhouse, la revista con la que estaba comenzando y ya me daba sus dolores de cabeza. La radio estaba entonces en el Bajo, sobre la calle Belgrano, a unas decenas de metros de Paseo Colón y, para mi sorpresa, en la entrada me dirigieron sin protocolo alguno hacia los estudios. Verea y Nagy, los conductores del programa, me recibieron con una onda increíble y vi que lo mismo hacían con todo el mundo. Los estudios siempre estaban llenos de gente copada y la diversión era constante. Triunfaba una política de puertas abiertas como nunca más se vivió en la emisora. Volví, por supuesto, y para la ocasión siguiente traje a la fiesta algunos casetes y los comenté al aire. Las veces sucesivas arrimé material raro, inédito o directamente novedades recién salidas del horno. De pronto ir a La Heavy a compartir música se me volvió un vicio. Por aquel entonces yo recibía discos de todas partes y vivía buscando información, fundamentalmente sobre Metal, que era lo que más me gustaba, pero no me privaba de otras cosas porque -como bien saben los que saben- la buena música es toda buena.
Y hete aquí que un buen día me caigo con un disco de tapa en blanco y negro francamente poco prometedora llamado "Bleach", paso un par de temas, menciono el sello Sub Pop y la movida incipiente que se daba en Seattle y listo, eso fue todo, hecho consumado. No recuerdo que nadie se impresionara especialmente ni que arreciasen los llamados de los oyentes. Nirvana no me pareció gran cosa entonces, ni más tarde, sobre todo cuando tenía bandas como Soundgarden, Mother Love Bone o Alice In Chains para comparar, con un sonido más poderoso y un enfoque artístico superior. Un año después, más o menos, caí al programa con "Nevermind" recién editado y el rumor de que estaba vendiendo mucho en Estados Unidos. Casi nadie se acordaba de que ya había sonado "Bleach". Pasaron semanas antes de que se viera el fenómeno de las listas de ventas y "Smells Like Teen Spirit" infectara la radio y la MTV como una plaga maligna.
Lo demás es historia conocida, incluso su visita a la Argentina en el '92 y el vergonzoso show que dieron en Vélez. Aquella vez tuve la oportunidad de entrevistarlo a Dave Grohl, que me pareció un pibe sencillo y macanudo como pocos (y el único que puso algo de sí mismo sobre las tablas, debo decir). En cuanto a Cobain, lo vi pasar por la sala de prensa como un cadáver viviente, serio, con la mirada perdida, barba de varios días y las ojeras oscurísimas. Algunos creyeron ver entonces un presagio del drama y la crónica de una muerte anunciada. Tanto hablar de lo miserable que se sentía, de lo mucho que le incomodaba el estrellato y de que cualquier día de aquellos se pegaba un tiro, lo único que faltaba era que demorase más la decisión. Si algo positivo puedo decir de Kurt, es que al final resultó un tipo de palabra.
* Uno de los conductores de la Heavy Rock & Pop, editor de la revista Madhouse, Epopeya y Requiem. Uno de esos tipos que son un referente en lo que a cultura heavy metal se refiere. Pueden escuchar su "Noticiero de las pampas" en este link