Jacinto Piedra - Mi Canto



01 - La mama naturaleza.
02 - Niños del mundo.
03 - Fueguito de la mañana.
04 - El incendio del poniente.
05 - Allá donde fui feliz.
06 - Como arbolito en otoño.
07 - Baguala del desengaño.
08 - El kolla la piedra y el cielo.
09 - Juan Alonso, el hornero.
10 - Romance para mis tardes amarillas.

Quince años atrás, el 25 de octubre de 1991, a los 36 años Jacinto Piedra había muerto al volcar su auto cerca de La Banda, en el cruce del ferrocarril Mitre. Lo velaron en La casa del folklorista de Sa, en medio de un frenesí de música, bebidas e invocaciones. Una multitud acompañó el cajón hasta el cementerio: Peteco Carabajal destilaba melodías en el violín; a don Sixto Palavecino se lo veía tranquilo, paternal, como si asistiera a un bautismo. Juan Carlos Carabajal saludaba a los vecinos uno por uno y explicaba los hechos. La gente se acercaba preguntando por qué, qué había hecho, quién se lo había llevado. Tiempo después, varios iban a su tumba en el cementerio de Santiago y afirmaban haberlo escuchado cantar. Las promesas incumplidas de Jacinto habían pasado a sus fieles, ávidos de la palabra revelada.

Innovador, audaz, perezoso, inseguro, Jacinto Piedra se expandió en círculos concéntricos luego de su muerte, como un Jim Morrison de origen quechua. Cantaba desde que era chango, recorría festivales y lo llamaban "Ricardito, el niño cantor." Nacido en el '55, las chacareras, los repiques del bombo y los yeites de la eléctrica se le mezclaban en la cabeza: se sabía temas de Spinetta, Aquelarre. Pink Floyd lo subyugaba como los cóndores de Bolivia y Perú, adonde había viajado después que su novia de la adolescencia lo abandonara. Allí había conocido ritmos, ríos de instrumentos, había encontrado un pasado, una voz común. Apenas le crecía la barba, pero ya llevaba un bigote tupido y angosto, como un mandarín. (via revista sudestada)

BAJAR

Enviado por Agustin

2 comentarios:

Paula dijo...

Ví la foto y flashié que era Al Pacino.
Perdón. (?)

Barrabasada dijo...

Genial.
Me gustaria que suban mas de folklore loco , que onda?
ja.
Unos de atahualpa o el chileno genial que fue Victor Jara.