Marilyn Loves Jenna

EXPEDIENTES SF

Nuestras bibliotecas estan llenas de libros, de revistas, de recortes que vaya a saber uno porque razón fueron guardados durante tanto tiempo. En esta sección pondremos algunas de esas cosas, a veces muy serias y educativas, a veces muy estúpidas y curiosas. Es asi: tema libre, sale lo que nos pinte y como nos parezca según cada momento.


"Después de la alfombra roja vinieron la recepción y el cóctel previo a la proyección Joy y yo no conocíamos a nadie así que permanecimos allí como estúpidas. Clavé la mirada en el remolino de celebridades y VIP y vi, entre todas ellas, a Marilyn Manson. Ansiaba conocerlo, sobre todo teniendo en cuenta que yo había hecho muchos striptease al son de su música. Antes de que la idea abandonase mi mente él estaba ante mí. -¡Oh, Dios mío!- balbuceé. Él se quedó ahí de pie, mirándome fijo a los ojos. Era bastante espeluznante. Luego me tomó de la mano y empezó a recorrer la fiesta llevándome junto a él. Estaban allí casi todas las estrellas de rock que participaban en la banda de sonido: Perry Farrell, Billy Corgan, Flea, Angus Young, Sting, Jon Bon Jovi, LL Cool J, Rod Zombie, Joey Ramone... Prácticamente todos mis ídolos. Yo era una insignificante chica del porno perdida en medio de este mundo de superestrellas del rock. Me sentía en el cielo. Lo primero que me preguntó Manson fue cómo me delineaba las cejas. No dejó de insistir en conocer mis secretos de maquillaje. Tras llevarme de aquí para allá por la sala durante media hora, inquirió: -¿Quieres ser mi pareja de esta noche? Asentí.

Lo seguí a su butaca. Corey Feldman estaba unas pocas filas por delante de nosotros, y por algún motivo Manson estaba obsesionado con Corey Feldman. En toda la noche no dejó de arrojar palomitas de maíz en su nuca mientras recitaba los versos de "Dream a Little Dream". Luego Manson vio a Amber Smith, que es una chica muy guapa pero esa noche se veía como un travestido, así que empezó a arrojarle cosas también a ella. Todos eran un blanco para Manson. Cuando se aburrió de lanzar alimentos contra Sherman Hemsley, puso mi mano sobre la suya. Durante el resto de la película tan sólo sostuvo mi mano como si fuésemos adolescentes en nuestra primera cita. Cada vez que vuelvo a ver aquí y allá a ese personaje de largos cabellos fibrosos, labios pintados de negro, maquillaje blanco y ojos delineados en forma desparejada, recuerdo lo surrealista de aquel momento. Durante toda la proyección, no dejó de formular comentarios ingeniosos. Me sorprendió lo inteligente y reflexivo que era. Cuando yo aparecí en la pantalla, empezó a ovacionarme. Como me sentía más cómoda, puse mi mano sobre su pierna. No hice conscientemente nada sexual, pero al instante mismo de tocarlo él se inhibió y pareció incómodo. Era muy amable, o al menos tan amable como pudo serlo alguien que se define así mismo el Anticristo. Más tarde me incitó a salir con él y su banda. Yo tenía una limusina mejor, pues había insistido en conseguir un Mercedes, así que Manson, su bajista Twiggy Ramirez (quien no pronunció palabra en toda la noche) y Billy Corgan, del grupo Smashing Pumpkins, nos montamos en mi limusina.
-Miren esto- dijo Manson y se echó sobre su mano un puñado de píldoras de diferentes formas y colores, que enseguida se echó en la boca entre carcajadas, como si no fuese más que una inmensa broma. De haberme tomado todos esos calmantes y relajantes musculares, yo no habría sobrevivido ni media hora. Cuando todos los demás quedaron incapacitados (y los ojos de Twiggy rodaban hacia atrás y Billy babeaba sobre su remera), Manson halló el momento para besarme. Una voz interna me alentó y pensé: "haz que suceda". Saliendo de la limusina, al llegar a la fiesta, todos me miraban con curiosidad. Supuse que sería por mis acompañantes, pero cuando pasé ante un espejo comprendí que tenía lápiz labial negro en todo el rostro. Era como si hubiese estado comiendo lodo. Manson no se apartó de mí lado en toda la noche. Incluso cuando iba al baño (y lo hacía con frecuencia debido a las grandes cantidades de cocaína que consumía), me pedía que lo acompañase hasta la puerta. No quería perderme de vista. Por fin encontramos un sillón y Manson arrojó su abrigo sobre mi falda y deslizó sus manos por debajo de mi vestido amarillo de Versace. Lo único que se me ocurrió era: "¿Cómo hace este tipo para mantener la concentración después de drogarse tanto?" Formábamos una pareja peculiar: yo era una versión exagerada y caricaturesca de la típica rubia estadounidense de pura cepa, y él la exageración de rebelde antiestadounidense. Me dijo que yo era muy diferente a la mayoría de las chicas con las que había salido, y a lo largo de toda la noche me presentó como su amiga de la playa. Y por más que no podíamos ser más distintos, entre ambos representábamos todo lo que los religiosos fundamentalistas y conservadores de derechas desearían suprimir de la cultura norteamericana. Después de quince minutos nos marchamos para ir a otra fiesta. Al salir de la limusina había paparazzi por todas partes, cegándonos con sus flashes. La primera persona que distinguí cuando me abrí paso entre la multitud fue Prince. Aunque parezca extraño, Manson lo conocía y nos presentó. Prince dijo "hola" e hizo el gesto de querer darme la mano. Nunca antes me había sentido tan inhibida en presencia de alguien. Era una persona sensual y hermosa como una chica. A unos pasos de distancia estaba Lenny Kravitz. Y luego nos encontramos con Sheryl Crow y las chicas de TLC, y Quincy Jones, quien me estrechó la mano con tanta fuerza que podría habérmela partido. Era alucinante.(…)
Cuando volvimos al hotel, me encontré de pronto a solas con Manson. Entonces tomé conciencia de que íbamos a tener sexo. Y me encantaba la idea: yo estaba sumamente excitada y él me gustaba mucho.
-Démonos un baño- me dijo cuando entramos a su habitación con la voz adormecida, profunda y lenta a causa de los calmantes. No me dio tiempo a responder. Sólo abrió el grifo, se quitó la ropa y se metió bajo el agua. Fue extraño verlo desnudo. Era alto, femenino, infantil y muy bien dotado y tenía el cuerpo colmado de cicatrices en distintas etapas de cicatrización. Yo tenía el prejuicio de que el sexo con él sería violento y alocado, pero él se portó de forma tierna y cariñosa. Me lavó de pies a cabeza, dedicándole a los pies casi cinco minutos. Las marcas de mi bikini parecían representar para él toda una novedad. Luego estuvo encima de mí durante casi una hora. Me llevó mucho tiempo asimilar la imagen del autoproclamado "dios de la fornicación" (King of Fuck) entrando y saliendo de mí con su culo blanco al aire. Sin secarnos nos trasladamos a la cama. Él empezó a lamerme el brazo por detrás de la muñeca, algo que nadie me había echo antes. Al principio me excitó, pero como continuó en ello durante mucho tiempo, me hizo pensar en el vampirismo. Eso fue lo único de todo lo que hizo que podía parecer ligeramente cercano a una perversión. Me pidió que me pusiese encima de él, así que lo monté. Tuvimos sexo con lentitud y lasitud. Pero cada vez que yo me aproximaba al orgasmo, Manson lo evitaba a fin de no acabar tampoco él. Me hubiera gustado decirle: “Haceme un favor, ponete a pensar en el béisbol y dejame acabar”, pero el odiaba los deportes. Finalmente, ya no pude contenerme. Cuando el intentaba alejarme por décima vez, aplaste mi cuerpo contra el suyo y frote hacia arriba y abajo contra el hueso de su pelvis hasta que acabamos juntos. Yo me derrumbe encima de el y cuando recupere el aliente, baje de la cama y empece a vestirme para marcharme.
-¿Donde vas?- preguntó el.
- A mi habitación – respondí
-Puedes quedarte en mi habitación si quieres.
-No, realmente debo marcharme. Tengo muchas cosas que hacer mañana.
-¿Por qué no te quedas y nos dormimos acurrucados? – insistió.
-¿Acabas de decir la maldita palabra “acurrucados”?
No me acurruque, pero seguí acostada a su lado un poco mas escuchándolo hablar sobre religión.Después de aquella velada, Manson empezó a telefonearme… todos los días. Cuando yo no estaba en casa. Él me dejaba en el contestador mensajes mitad humorísticos, mitad insanos, acerca de querer prender fuego o servirme como alimento de Corey Feldman. Desde mi matrimonio con Rod yo me sentía carente de amor y de sexo. Empecé a salir esporádicamente con Manson, pero cuanto mas lo conocía mas extravagante era su comportamiento. Me hablaba de su deseo de cojerse a chicas con prótesis en los miembros o hacerla una mamada a Twiggy. Y nunca supe con certeza hasta que punto hablaba en broma o en serio. Además quería darme por el culo con demasiada frecuencia para mi gusto. Cada vez que nos desnudábamos el iba directo había mi culo como una rata va al queso. Hasta el día de hoy Manson sigue resultándome atractivo, pero no podía imaginármelo como mi novio. De hecho, no era tanto que yo estuviese mas o menos enamorada de el, sino que yo seguía siendo una mujer casada, y todo aquel extraño asunto empezaba a parecerme un error. Demás esta decir que yo era muy discreta sobre nuestra aventura. Tan pronto como las fotos de los paparazzi nos capturaron, Howard Stern telefoneó para consultarme. Lo negué todo al aire y le dije que Manson y yo éramos solo amigos. Pero al día siguiente Manson fue a su programa y se despacho contándolo todo. Nunca hubiera supuesto que el era tan chismoso."

[Jenna Jameson en su didáctica autobiografía llamada "Como hacer el amor igual que una estrella del porno". La traducción española original sufrió alguna pequeña argentinización como para que quede más entendible para los visitantes de esta parte del planeta.]

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante, no sólo los detalles alocados de Jenna sino la idea de que ambos son como realmente uno se imagina que son; libertinos, muy activos sexualmente y aún así solitarios rodeados de fama.

Sanguche dijo...

Sobre Marilyn: Siempre crei que finge el 80% de las cosas que hace, pero soy un simple mortal, i might be mistaken.

Sobre Jenna:
Primero, actua muy mal en Zombie Stripers, se mofaron del genero zombie. Un horror.
Segundo, es una actriz porno, evidentemente ha de cansarse de los seres humanos normales, y recurrio a Brian.

Sobre la pareja, representan en lo recien leido, lo que todos creemos que querriamos, sexo con Jenna, drogas y Rock n´Roll (o punk rock)
Es una pareja con mucho Hollywood.

Adió

ELECTROCHONGO dijo...

q anécdota, eh!

johana marshall dijo...

me dieron ganas de leer el libro entero

haha

k r i s t i a n dijo...

el libro se consigue en saldos, revise q tiene q aparecer

Marcelo dijo...

Yo leí el libro, esta bueno. Es recomendable.

Elafro dijo...

me sorprendió no la anécdota, sino el modo de contarlo. claro que estas cosas nunca nunca nunca las escriben los protagonistas, pero así y todo los análisis, las ideas, el modo de dar a conocer situaciones no me los esperaba de mi tan querida Jenna. otro punto para ella.

Pablo dijo...

Por que no hablar de la músixca de Marilyn Manson, en todo caso?

Esteban dijo...

ni tan interesante ni novedoso ni tan sacado de la biblioteca super oculto entre miles de cosas.
salio en una rollingstone hace un par de años..

k r i s t i a n dijo...

decime donde dice q es interesante y novedoso y q estaba oculto entre miles de cosas?

porque yo no encuentro esas palabras en ninguna parte de la introduccion.

gracias, saluda afectuosamente

yo

Patricio Bateman dijo...

Esta bueno, porno, drogas, rock. Como habia soñado mi vida a los 15.
No estaba la idea de hacer una peli de jenna?

NeatStuff dijo...

buenisimo esto

Torkaerius dijo...

despues de leer esto solo me queda pensar que es un boludo de alto nivel el manson... :S