[Motosierra - 20 de Diciembre en el Salón Pueyrredón. Buenos Aires, Argentina]
Olvídense de todo lo que le vendieron como música uruguaya.
Olvídense del día que Mano Negra visitó Montevideo y dejó una estela de bandas, muy parecidas entre si, con influencias reggae y ska desparramada por la ciudad que hoy en día llenan estadios de manera impensada.
Olvídense del Negro Rada y sus tambores y sus llamadas y todo eso.
Olvídense del Enzo y su juego refinado y sútil para que aplauda Perfumo desde el palco.
Olvídense de la tranquilidad del uruguayo medio tomando mate casi en cualquier lado viendo los días pasar sin la locura que hay de este lado del puente.
Olvídense de berugo… no mejor no, acuérdense de Berugo y su atrévase a soñar.
Y sueñen. Sueñen con una banda uruguaya distinta al resto. Con una banda que llega a la Argentina en el Eladia Isabel nocturno y no tiene absolutamente nada que ver con todo lo conocido de aquel país. Imaginen un grupo de rock con todas las letras. Cierren los ojos y que en su mente les aparezcan todas esas cosas que debería tener una banda para ser catalogada dentro de lo que se dice rock and roll. Piensen en música, en actitud, en discos, en giras, en la esencia de la música más allá del marketing pedorro impulsado por las multinacionales discográficas y las supuestas radios rockeras.
Abran los ojos y sonrían, algo asi existe y se llama Motosierra: Hardcore, punk, rock and roll en su estado más puro, más salvaje. Crudo, ruidoso, mal educado, potente, una arrolladora musical que te pasa por encima y anda a levantarte si es que podés.
Después de un largo tiempito, los Motosierra volvieron a cruzar el charco para hacerse un par de fechas en la ciudad de Buenos Aires que tan bien suele acogerlos. La primera de ellas tuvo lugar el sábado 20 de diciembre en el salón Pueyrredón, velada que abrieron Los Lotus y Die Bambinos.
El calor que hace en el salón suele ser una queja común a la cual no quiero darle lugar, pero tantos cuerpos en un lugar con tan poca ventilación hace que uno se sienta en el mismísimo infierno. Por esta razón fue que casi no vi a las bandas soporte, la cerveza fría en la habitación del fondo gano la contienda. Lo siento, pero será en alguna otro oportunidad.
Qué porquería no lo podes creer, los pelotudos vuelven otra vez. Y ahora somos menos, y eso es cada vez peor. Solo esperá a que termine la canción. Seguimos siempre con el 666, para tu hermana y para vos también. Que nunca acabe la fiesta de los Hijos de Satán. Y por ahora no nos fue tan mal, mientras tanto, lejos en la radio otro imbécil se hace millonario. Chupando birras en el mostrador, abriendo bolsas en el guatercló. Peor que Maradona y mejor que Tommy Lee, viejos y verdes sin poder dormir. Estamos duros como Robocop, en media hora la cosa se terminó. Vinimos a patear culos, ¿y quien va a decir que no? Cerrá la boca que esto se pone mejor.
Era poco después de la medianoche cuando esa canción empezó a sonar. Los uruguayos habian dado comienzo a su particular fiesta. Como siempre estaban liderados por Marcos Motosierra en micrófono y gritos, con Waldo Crespo dándole duro y sin respiro a los parches de la batería, con Leito Bianco en el bajo y esta vez con un guitarrista nuevo que reemplazo a Luis Machado que se mudo al viejo continente.
En el salón hace calor, como decía antes, el sonido es bastante horrible y el escenario es una porquería, pero así y todo cuando una banda tiene las pilas de los charruas, todo queda en segundo plano. Para el que no vio nunca a los Motosierra es difícil describirle con palabras lo que pasa sobre esas tablas.
Marcos es un tipo carismático, que se lleva todo por delante y contagia energía. Es una especie de Iggy Pop sudamericano tomador de Pilsen y con acento extraño en el habla. Pantalones de cuero, remera sin mangas que desaparece a mitad del show, mucha actitud rocker desfachatada de la que le falta al 90% del rock nacional. Se enreda con el cable del micrófono en el cuello y se aprieta hasta casi ahogarse, se mete el micrófono en las bolas, en el culo y escupe y lo escupen, putea, grita, se arrastra por el piso, se tira al pogo, abre los brazos como si fuera el cristo de Río, muestra el culo, se baja los pantalones y se agarra los genitales con una sonrisa socarrona en la cara. No se queda quieto jamás, pocos, muy pocos frontmans como este en la movida sudamericana.
Y la banda suena, vaya si suena. El resto de los integrantes cada uno dentro de su libreto, saltan, cantan y acompañan las monerías del tipo con los pantalones de cuero que lleva la batuta.
El show duro poco mas de una hora, no tengo idea cuantas canciones sonaron pero fueron bastantes (hasta cerraron con una versión buenísima de Rock and roll all nite), no tengo noción de cuantos “Marcos puto” escuche por parte de la audiencia hacia el escenario. No lleve la cuenta de cuantas cervezas tome durante la noche y no se cuando regresarán, lo único que estoy seguro es cuando vuelvan a pisar nuestro país yo voy a estar ahí disfrutándolo una vez más.
No hay donde meterse en esta puta ciudad. No soy un tipo moderno, Prefiero irme al infierno, volviendo solo a mi hogar pateando basura en la ciudad. No soy un tipo aburrido, pero ya no es divertido y además se bien que al final yo los voy a enterrar a todos. Andate a cagar!.
Olvídense de todo lo que le vendieron como música uruguaya.
Olvídense del día que Mano Negra visitó Montevideo y dejó una estela de bandas, muy parecidas entre si, con influencias reggae y ska desparramada por la ciudad que hoy en día llenan estadios de manera impensada.
Olvídense del Negro Rada y sus tambores y sus llamadas y todo eso.
Olvídense del Enzo y su juego refinado y sútil para que aplauda Perfumo desde el palco.
Olvídense de la tranquilidad del uruguayo medio tomando mate casi en cualquier lado viendo los días pasar sin la locura que hay de este lado del puente.
Olvídense de berugo… no mejor no, acuérdense de Berugo y su atrévase a soñar.
Y sueñen. Sueñen con una banda uruguaya distinta al resto. Con una banda que llega a la Argentina en el Eladia Isabel nocturno y no tiene absolutamente nada que ver con todo lo conocido de aquel país. Imaginen un grupo de rock con todas las letras. Cierren los ojos y que en su mente les aparezcan todas esas cosas que debería tener una banda para ser catalogada dentro de lo que se dice rock and roll. Piensen en música, en actitud, en discos, en giras, en la esencia de la música más allá del marketing pedorro impulsado por las multinacionales discográficas y las supuestas radios rockeras.
Abran los ojos y sonrían, algo asi existe y se llama Motosierra: Hardcore, punk, rock and roll en su estado más puro, más salvaje. Crudo, ruidoso, mal educado, potente, una arrolladora musical que te pasa por encima y anda a levantarte si es que podés.
Después de un largo tiempito, los Motosierra volvieron a cruzar el charco para hacerse un par de fechas en la ciudad de Buenos Aires que tan bien suele acogerlos. La primera de ellas tuvo lugar el sábado 20 de diciembre en el salón Pueyrredón, velada que abrieron Los Lotus y Die Bambinos.
El calor que hace en el salón suele ser una queja común a la cual no quiero darle lugar, pero tantos cuerpos en un lugar con tan poca ventilación hace que uno se sienta en el mismísimo infierno. Por esta razón fue que casi no vi a las bandas soporte, la cerveza fría en la habitación del fondo gano la contienda. Lo siento, pero será en alguna otro oportunidad.
Qué porquería no lo podes creer, los pelotudos vuelven otra vez. Y ahora somos menos, y eso es cada vez peor. Solo esperá a que termine la canción. Seguimos siempre con el 666, para tu hermana y para vos también. Que nunca acabe la fiesta de los Hijos de Satán. Y por ahora no nos fue tan mal, mientras tanto, lejos en la radio otro imbécil se hace millonario. Chupando birras en el mostrador, abriendo bolsas en el guatercló. Peor que Maradona y mejor que Tommy Lee, viejos y verdes sin poder dormir. Estamos duros como Robocop, en media hora la cosa se terminó. Vinimos a patear culos, ¿y quien va a decir que no? Cerrá la boca que esto se pone mejor.
Era poco después de la medianoche cuando esa canción empezó a sonar. Los uruguayos habian dado comienzo a su particular fiesta. Como siempre estaban liderados por Marcos Motosierra en micrófono y gritos, con Waldo Crespo dándole duro y sin respiro a los parches de la batería, con Leito Bianco en el bajo y esta vez con un guitarrista nuevo que reemplazo a Luis Machado que se mudo al viejo continente.
En el salón hace calor, como decía antes, el sonido es bastante horrible y el escenario es una porquería, pero así y todo cuando una banda tiene las pilas de los charruas, todo queda en segundo plano. Para el que no vio nunca a los Motosierra es difícil describirle con palabras lo que pasa sobre esas tablas.
Marcos es un tipo carismático, que se lleva todo por delante y contagia energía. Es una especie de Iggy Pop sudamericano tomador de Pilsen y con acento extraño en el habla. Pantalones de cuero, remera sin mangas que desaparece a mitad del show, mucha actitud rocker desfachatada de la que le falta al 90% del rock nacional. Se enreda con el cable del micrófono en el cuello y se aprieta hasta casi ahogarse, se mete el micrófono en las bolas, en el culo y escupe y lo escupen, putea, grita, se arrastra por el piso, se tira al pogo, abre los brazos como si fuera el cristo de Río, muestra el culo, se baja los pantalones y se agarra los genitales con una sonrisa socarrona en la cara. No se queda quieto jamás, pocos, muy pocos frontmans como este en la movida sudamericana.
Y la banda suena, vaya si suena. El resto de los integrantes cada uno dentro de su libreto, saltan, cantan y acompañan las monerías del tipo con los pantalones de cuero que lleva la batuta.
El show duro poco mas de una hora, no tengo idea cuantas canciones sonaron pero fueron bastantes (hasta cerraron con una versión buenísima de Rock and roll all nite), no tengo noción de cuantos “Marcos puto” escuche por parte de la audiencia hacia el escenario. No lleve la cuenta de cuantas cervezas tome durante la noche y no se cuando regresarán, lo único que estoy seguro es cuando vuelvan a pisar nuestro país yo voy a estar ahí disfrutándolo una vez más.
No hay donde meterse en esta puta ciudad. No soy un tipo moderno, Prefiero irme al infierno, volviendo solo a mi hogar pateando basura en la ciudad. No soy un tipo aburrido, pero ya no es divertido y además se bien que al final yo los voy a enterrar a todos. Andate a cagar!.
[MySpace // Motosierra en SF]
10 comentarios:
Bueno, bueno...K ha sido feliz!
Buena crónica, mi amigo.
Lo único que no puedo imaginarme es cuan fría estaba la cerveza...
M.
"Me dice pibe "vos te crees rockstar?"..." todo bien con la moto pero sigo pensando que es el Pomelo uruguayo
en vivo son un show de puta madre... te recomiendo ver los videos de motosierra en un programa uruguayo que se llama "de igual a igual" el mejor playback que haya visto jaja
saludos y me alegro que hayas pasado bien
Cuando me enteré (por este blog) que tocaban en salón pueyredón a 20/25 mangos, me pareció una descarada estafa. Si bien Motosierra fue una de las últimas bandas que logró entusiasmarme, tenía el puto presentimiento de que sonarían horriblemente en vivo. Entonces no fui. A todo esto me entero que el domingo 21 tocaban en burzaco (en la pizzería frente a la estación) y ahí sí que fui. Diez pesos la entrada y creo que fueron los mejores diez pesos gastados en mi vida. La banda te parte la cabeza, ni más ni menos. Eso sí, más de 45 minutos no tocaron, pero estuvieron a full. Encima no había mucha gente, y la gente que había dudo que la mayoría hubieran ido a verlos a ellos. En fin, me cerraron el culo y debo decir que si ahora vuelven y cobran la entrada a 30 mangos, la pago sin pensar. Bandas como estas no se ven todos los días.
Salutes.
Gran banda. Grandísima.
YYYY COMO SUENA LA BANDAAA?????????????? YYYYY ES UNA MOTOSIERRAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!
SON MEJORES QUE BACKYARD BABIES, QUE TURBONEGRO, QUE GG ALLIN, QUE ZEKE, QUE HELLACOPTERS Y DEMASES DEMASES.
TERRIBLE SHOW, ME PLANTARON,FUI SOLO, ME CAGUE DE CALOR, VIAJE EN BONDI POR 3 HORAS, PAGUE 25 PESOS, ME QUISIERON ROBAR ETC PERO FUE EL
MEJOR SHOW DEL AÑO MEEEEEEEENNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Estos uruguayos apestan, encima cantan casi todo en ingles, siguen apestando. Como sus papeleras.
Que blog pedorro este la verdad. Encima se la creen de periodistas como la salame que trabajaba en la r&p.
Dejense de joder y comprense un par de oidos.
eyyy si!! increible lo de motosierra en salon pueyrredon!! los lotus tambien una masa!!!
el bajon fue que entre, vi las 3 bandas y en menos de una hora y media ya estaba afuera.. pero ya fue, lo valio.
estubo bueno tambien lo de los natas, un rato antes en el planetario!! hicieron una buenisima version de ace of spades!
saludos!
PD: kristian eras el del jopo que estabas sacando fotos?? jaj
prensacfk@gmail.com dijo...
Estos uruguayos apestan, encima cantan casi todo en ingles, siguen apestando.
EL ROCK NACIO CANTADO EN INGLES, ASI Q NO DIGAS PELOTUDECES.
Como sus papeleras. NO TIENE NADA PERO NADA Q VER UNA COSA CON OTRA.
Que blog pedorro este la verdad. SI, ESO ES VERDAD.
Encima se la creen de periodistas como la salame que trabajaba en la r&p. NDIE TRABAJA EN ROCK AND POP, APRENDE A LEER IDIOTA.
Dejense de joder y comprense un par de oidos. Y VOS COMPRATE UN MATAFUEGOS INDUSTRIAL Y COLATELO POR LA PARTE BAJA DE LA ESPALDA.
TE MANDO UNA LAMIDA EN LAS HEMORROIDES.
Y ACA SE ACABARON TUS 15 SEGUNDOS DE FAMA, DISFRUTALOS.
BESITOS
Que grande Kristian, es un capo...
Me da tanta gracia tus respuestas a "prensacfk@gmail.com"... bizzarro!!!
Grande capo!!!!!
Que tengas un BUEN FIN DE AÑO!!!!
STAY FREE: LA ESTIRPE DEL ROCK SALVAJE!!!
Leito
el guitarrista q toco ahi es Leroy Machado, si, hermano de luis.
Publicar un comentario