Esta es la última parte de las entregas semanales que estoy poniendo sobre la vida y obra ramonera contada desde adentro por sus protagonistas. Esta vez los testimonios que elegi es de parte de la crew que acompañaba cada gira de la banda, como así también de amigos y gente muy cercana al grupo.
Todos los testimonios los saque del libro escrito por Monte Melnick (el road manager y tal vez el tipo que mas estuvo metido en el mundillo Ramone) y Frank Meyer, llamado "De gira con los Ramones. Por lo que se es imposible de conseguir en Argentina, al menos que hagan como yo y lo pidan a ese link que acabo de dejarles ( cof cof ya que estamos sería genial que la editorial nos regale alguno para sortear).
Sepan que compilar todo esto en las cuatro entregas fue un trabajo tremendo, horas y horas de tipeo, de corrección, de diagramado, etc etc, pero creo que quedó bastante bien. Los Ramones fueron, son y serán una de mis bandas favoritas y este libro lo siento como una joya que tenia que compartir con todos esos fanáticos de habla hispana que están ahí del otro lado y por ahí no tenían oportunidad de llegar a este material sino era de esta forma. Estas entregas son solo una pequeñisima parte de las 300 páginas que contiene tal maravilloso ejemplar, si escucharon Ramones toda su vida, intenten conseguirlo porque les va a encantar. Para cerrar espero que lo hayan disfrutado, y si van a hacer un copy paste de todo esto, al menos por el laburito que me tome, tengan a bien citar de donde lo recogieron, estamos?
HEY HO LET´S GO!
Monte Melnick (Road Manager): La gente ve a Los Ramones y piensa que es muy fácil, pero no se da cuenta de todo lo que hay detrás. Había una disciplina, había un método. Johnny era el responsable de todo eso, su idea era que la banda era eso y que todo lo demás surgía de eso. Pensaba que todo y todos eran reemplazables.
Monte: Un ejemplo de la negativa de Johnny a cambiar era su corte de pelo. Era muy remilgado con su pelo. Nunca se lo cortaba estando de gira. Ha tenido el mismo corte de tazón desde el día que lo conocí hasta este mismo instante. Seguramente uso el mismo tazón para cortarse el pelo desde la escuela.
Howie Pyro (D Generation): Mi historia favorita de Johnny es aquella en la que se llevo una bolsa llena de piedras al concierto de los Beatles en el Shea Stadium, ¡se acomodó en su asiento y empezó a tirarle piedras a los Beatles!. Es lo mas punk que he oído en mi vida.
Andy Shernoff (The Dictators): Parte del atractivo de la banda residía en el hecho de que cada uno era una personalidad interesante. Todo el mundo quería a Dee Dee (hombres y mujeres) pero era un drogadicto paranoico esquizofrénico. Joey era el verdadero desplazado, parcialmente catatónico, con una visión del mundo graciosa y retorcida. Así que ahí los tenias: Joey y Dee Dee, dos grandes compositores con problemas mentales, Tommy con una visión precisa del sonido y Johnny con su noción del negocio. Funciono.
Danny Fields: (Manager 1975 - 1979): Dee Dee era como los tipos a los que conocía del centro de NY: engreído, con dotes de artista, falso, lleno de mierda, glamoroso y sexy. Si hubo alguien que definiera el movimiento, que lo creara, ese fue Dee Dee. Sid Vicious le idolatraba.
Monte: Dee Dee era un dibujo animado de carne y hueso. No se parecía a nadie que yo hubiera conocido en mi vida, y he conocido a muchos tipos raros. Era divertido, brillante, emocional y dulce, pero también violento químicamente inestable, maniaco y abusivo. Tenia múltiples personalidades y era capaz de volar en una u otra dirección en menos que canta un gallo. Podía ser tu mejor amigo y compañero de joda un minuto y al siguiente tomarla contigo y provocarte, o pirarse y drogarse y acabar deprimido.
George Tabb (técnico de guitarra): En el backstage justo antes de salir a escena Dee Dee decía que tenia que ir al baño y Monte le amonestaba: “Dee Dee, ¿no te pregunte antes si tenias que ir?”. “Pero Monte, es que entonces no tenia ganas, ahora tengo ganas”. “¿No puede aguantarte?”. “no, debo ir ahora”. Resultaba divertido. Era como un puto autobús escolar. “Joey, ¿estas seguro que no tenés que ir al baño?”. “No, no tengo que ir”. Entonces Johnny decía: “Hazle ir, Monte”. “¡Iré, pero dile a Johnny que se vaya a la mierda!”.
Monte: Cuando tocaron en Washington, Arturo vio el sello presidencial y lo convirtió en un logo con el águila sosteniendo un bate de baseball en una garra y añadiéndole flechas sobre la cabeza. Participo como director artístico y mas adelante paso a ocuparse de las luces, lo cual hizo muy bien . Poseia una aguda inclinación artística y le dio al espectáculo una nueva dimensión, incorporando al escenario luces rojas, blancas y azules, las pancartas del “Gabba Gabba Hey” y otros elementos. Arturo era listo y se encargo del merchandising desde el principio. Primero lo hacia para pagarse su presencia en las giras, pero después se convirtió en un cuerno de la abundancia. Al final de la carrera de Los Ramones, aquello se convirtió en la principal fuente de ingresos y la banda hizo lo posible por conservarlo.
Bubbles (técnico de batería): Johnny participaba activamente en los temas de contratación. Si su agente decía: “no queremos hacer eso”, se ponía él al mando y recuperaba el concierto. Hubo un momento en el que ni los managers ni la agencia querían que hicieran nada, de modo que Johnny dijo: “Al carajo, lo hare yo mismo” Siempre llevaba un librito negro en el que anotaba donde tocaban y quien era el promotor, y sabia como contactar con ese en caso de que fuera necesario. Después de cada concierto, anotaba siempre la guita que habíamos ganado, donde tocábamos y quien mas aparecía en cartel.
Monte: A lo largo de los años tuvimos varios equipos técnicos. Los Ramones intentaban repetir con los mismos plomos una y otra vez, pero por supuesto la paga no era gran cosa, por lo que a veces resultaba difícil. Cuando estas dando concierto tras concierto, quieres a alguien de confianza y agrado a tu lado en el escenario, alguien que sepas va a hacer bien su trabajo. Johnny era muy agarrado, no concedía ascensos ni aumentos de sueldo, ni tampoco permitía pagar primas al equipo, nunca. Yo tenía mas taco con esa gente y él ni lo sabia. Les pagaba extras yo mismo. El rollo apestaba, pero teníamos a gente buena y comprometida trabajando para nosotros y era importante mostrarle respeto. Los conciertos dependían de esa gente, no puedes tratarlos como esclavos. Johnny decía que hasta un mono podía hacer lo que ellos hacían. Esta bien, pero no puedes pagarles con bananas.
George Tabb: Mi primer concierto fue justo cuando Marky volvió a la batería. Johnny dijo: “tu serás el técnico de guitarra, ¡sabes como utilizar un afinador Strobo?”. Yo le dije: “Johnny, ese trasto tiene mas de veinte años de antigüedad y ya no tiene precisión, usa un afinador digital, te afinara la guitarra perfectamente”. “No, utiliza el Strobo!”. Me volví loco intentando aprender como funcionaba el cacharro y entonces me cargue la guitarra de Johnny. Le estaba cambiando las cuerdas a su Mosrite, pero nadie me dijo que precisamente esa guitarra se mantenía de una pieza gracias a las cuerdas. Si se las quitas, el puente y el mástil se desmontan. El puente cayó y fue a parar a una rejilla del aire acondicionado ¡el martillo de los dioses estaba hecho piezas, desperdigado por el suelo! No tenia ni idea de cómo montar el puente. Johnny entro en aquel momento y al ver las piezas por el suelo dijo “¿No habrás quitado todas las cuerdas verdad?”. “ummm, pues si”. “Se suponía que no debías hacerlo”. “¡No tenia ni idea!”. Un amigo mío y yo nos sentamos allí e intentamos pescar el puente introduciendo por el aire acondicionado una cuerda de guitarra con chicle en un extremo. De todas formas Johnny estaba tranquilo, solo quería el trabajo hecho. Finalmente recuperamos el puente y pusimos las cuerdas a la guitarra. Estaba perfectamente afinada, poco sabia Johnny que utilice un afinador digital.
Monte: La banda tenia una canción llamada Pinhead inspirada en la película Freaks y los comics Zippy the pinhead. Tras incluir el personaje en Rock and roll high school, se convirtió en una tradición que el plomo de batería se pusiera la mascara de pinhead y saliera a escena para bailar la canción con la pancarta de “Gabba Gabba Hey”. A veces dejábamos a algún invitado hacer de Pinhead. Eddi Vedder fue Pinhead en varias ocasiones.
Bubble: Poco después decidí ir un poco mas allá y fui el que reinvento la rutina Pinhead convirtiéndole en personaje, parte del espectáculo, con el vestido y tal. Hasta entonces solo me ponía la mascara. El vestido me lo cosió una chica en el Ritz, lo estrene en el Tivoli de Copenhague. Le dije a todo el mundo que les iba a dar una sorpresa, me puse el vestido, Salí al escenario fue la hostia. A partir de ahí desarrolle el baile de los espasmos.
Cheetah (Dead Boys): Tenían dos pequeños Fender champs y un juego completo de parches para insonorizar la batería y tocaban el repertorio completo en el camarín dos veces entre la prueba de sonido y el concierto. Sin público, sin grandes amplificadores, sin nada. Solo parches de ensayo y muy poco volumen. No podíamos creerlo. The dead boys estábamos allí sentados con nuestras cervezas en las manos y observando.
Monte: Joey se iba a otra habitación y realizaba allí sus ejercicios vocales y escalas para calentar la voz. La banda le tomaba el pelo, por eso lo hacia siempre en algún sitio en el que nadie pudiera escucharle. También llevaba un vaporizador en las giras para aflojar la voz. Al principio respiraba el vapor de una tetera, pero una vez la tetera le exploto en la cara. Lo llevamos a un hospital y allí le atendieron. Volvió a tiempo para actuar y lo hizo con la cara chorreando la pomada que le habían puesto. Después de aquello alguien le compro un vaporizador.
Monte: El pie del mic era propiedad de Joey, su bastón. También le ayudaba a mantenerse de pie porque no tenia muy buen equilibrio. Al principio utilizaba pies con base redonda, pero mas tarde se paso a los de trípode. Debíamos llevar un buen numero de pies porque los destrozaba. Además, Joey necesitaba oírse en el escenario y eso era un gran desafío. No es fácil porque estas trabajando con Marshalls al diez y gigantes altavoces de bajo a todo meter y el pobre tipo intentando oírse algo. Sino podía oírse entonces se quedaba sin voz y lo teníamos complicado para completar la gira. Si Joey no podía escucharse siempre “era culpa del tipo de los monitores” y cuando eso ocurría podía llegar a agarrarse un buen enojo. Joey llego a escribir sobre esto en la canción All the way: “El feedback me esta destrozando los oídos, me pone tan alterado, me encantan los técnicos de monitores pero ¿Por qué tienen que vivir?”. Joey también me menciona a mi: "Monte me esta volviendo loco, es como estar en la marina”.
Monte: Una vez fuimos cabezas de cartel, todo el mundo nos taloneaba. Corrió el chiste de que si taloneabas a los Ramones serias grande, porque mientras nosotros nos habíamos pasado años sin conseguir crecer en Estados Unidos, todos nuestros teloneros se convertían en grande estrellas. Vimos como B-52´s, Tom Petty, Blondie, Talking Heads y tantos otros salieron disparados rumbo a los grandes estadios mientras nosotros seguíamos reptando por clubes y discotecas. De ser la banda de la que todo el mundo hablaba, en un minuto pasamos a ser los teloneros. Los Ramones eran grandes estrellas al principio y de pronto taloneaban a todo dios. Todo el mundo les adelantaba. Debíamos haber dado un salto, pero mientras tanto aquellos grupos se habían convertido en fenómenos de masas, vendiendo enormes cantidades de discos.
Monte: Todo el mundo tenía su asiento en la furgoneta. Había cuatro filas, Johnny iba delante, detrás Marky, Joey y Dee Dee o más tarde Richie o CJ. A Johnny le encantaba escuchar los partidos de béisbol y aquello volvía loca a la banda. De los 80 en adelante, Joey y Cj se consiguieron unos walkman, mientras Johnny escuchaba sus partidos en un pequeño transistor. Por general, la música preferida en la furgona eran los oldies. Era como un territorio común y no molestaba a nadie. Aunque hacia el final también rayo a todo el mundo.
Monte: No nos deteníamos demasiado durante los viajes en furgoneta. Tenias que levantarte por la mañana y conducir una larga distancia con cinco o seis tipos a bordo, de modo que si parabas cada vez que alguien tenia ganas de mear, no llegabas nunca. Especialmente Dee Dee y Joey eran de vejiga pequeña y por ello en un momento dado decidí hacerme con una botella de orina de hospital para que mearan en ella durante los trayectos. Pero aquello también era un grano en el culo. Aquel trasto era horrible y tenia que vaciarlo yo. Johnny nunca lo usaba: “¿Dónde esta el orinal, Monte?; todavía me viene a la cabeza la pregunta. De vez en cuando Dee Dee derramaba meadas al olvidarse de cerrarla bien, lo derramaba todo sobre el suelo y las maletas, todo el mundo se enojaba. Pero al menos no teníamos que hacer ninguna parada.
Monte: Dee Dee era un gran fumador de yerba. También lo eran los plomos. Cuando íbamos a Canadá siempre nos registraban la camioneta con perros. Dee Dee siempre llevaba yerba encima y nunca quería tirarla. ¿Qué hacíamos entonces? Nos deteníamos en al ultima área de descanso que había antes de la frontera y Dee Dee enterraba la yerba bajo un árbol. Íbamos a Canadá, tocábamos, volvíamos, lo desenterrábamos y nos largábamos alegremente. Por supuesto en Canadá Dee Dee conseguía allí mas yerba. Dee Dee siempre fue un maniaco. Desaparecía después de los conciertos se iba corriendo a ponerse con toda clase de drogas. A Joey también le iba la joda, le encantaba beber. Marky era un alcohólico, Tommy y Johnny no eran grandes juerguistas. Johnny sabía lo que estaba pasando, para mantener al grupo en funcionamiento todo estos años debía dictar todo tipo de reglas que intentaba imponer, aunque con Dee Dee no era fácil. Johnny no tragaba con sus movidas. Dee Dee escuchaba a Johnny, no le temía, pero Johnny era el jefe.
Kevin Patrick: (Vicepresidente de Columbia Records): Una de las últimas ocasiones en que tocaron en NY fue un puñado de conciertos en el Coney Island High. Johnny había dispuesto una regla por la que cada uno de ellos solo podía tener un invitado en camarines. Johnny decidió que yo fuera su invitado, pero Monte y Joey también me habían escogido a mi. Marky vino con Marion y se dio cuenta de que en camarines no había nadie mas que yo, de modo que subió a la planta superior en busca de algún amigo. John dijo: “No, si traes a alguien mas Marion deberá salir”. “¿Por qué?, todo el mundo tiene un invitado, pero solo hay una persona aquí abajo”. John dijo que yo era su invitado. “Pero Monte dijo que era su invitado”. Marky se desesperaba. Johnny con el rostro pétreo, contesto: “no importa si todos hemos escogido al mismo invitado, no puedes traer invitados extra”. Para John era lógico, solo un invitado por cabeza era la regla. Obligo a Marky a deshacerse de aquella otra persona.
Monte: Para ser un tipo tan estrafalario, Joey nunca tuvo problemas para ligar. Encontraba a esas chicas en las giras o en los clubes de NY que se enamoraban de él y hacían todo lo que quería hasta que el se aburría o se deshacía de ellas. De la que se quedo colgado era una chica que frecuentaba los clubes, se llamaba Linda Danielle, se enamoraron y se fueron a vivir juntos.
Arturo Vega (iluminador - director artistico): Linda disfrutaba mucho con Joey pero se convirtió mas en una amistad. A linda le gustaba Joey, y le quería, pero necesitaba algo mas serio. Había lago en lo de ser novia de Joey que le hacia sentir como si aquella no fuera una relación seria. No estaban hechos el uno para el otro.
Monte: acabo dejando a Joey por Johnny. En un momento dado tuvieron un affaire y ella corto con Joey. No estoy seguro de si rompió con Joey antes de salir con Johnny, pero Joey no tardo en quedarse en la cuneta y ella andaba loca por Johnny. Joey se quedo devastado, le afecto profundamente. Johnny sabia que no estaba bien y mantuvo a Linda totalmente oculta a partir de entonces. Apenas aparecía en los conciertos y, si lo hacia Johnny la escondía y ella no entraba en los camarines. Empero con los años. Seguían trabajando juntos pero a Joey aquello le rondo durante años, desde el minuto que le dejo hasta el día que murió.
Monte: Al principio la gente decía: “si alguna vez descubre lo que le sucede a Joey, bautizaran ese trastorno con su nombre”. Nunca supimos que demonios era ¿Por qué se comportaba de aquel modo tan extraño? Él sabia que algo no funcionaba. No podía entrar y salir por la puerta. Tenia que cerrar la puerta 100 veces. Tenia que subir y bajar escaleras, cruzar la calle una y otra vez, pasando una vez si y otra vez no por las esquinas. Una vez fue tan exagerado que volviendo de una gira nos dijo que tenia que regresar al aeropuerto para tocar algo. Yo le dije: “adelante, toma un taxi, yo no pienso llevarte”. Así que tomo un taxi de vuelta al aeropuerto, toco algo y volvió. De otro modo no se habría sentido bien.
Bubbles: Monte decía: “nos vamos”, y Joey decía: “tengo que volver a la puerta una vez mas”. Una vez aterrizamos en Inglaterra y Joey no quería salir del avión, decía que tenia que volver a casa y cruzar la puerta una vez mas. Le dije: “¿Estas loco? Vas a salir, estas en Inglaterra, sal del avión.”
Monte: Finalmente aparecieron artículos en revistas y diario. Joey vio por la tele programas sobre el Trastorno Obsesivo Compulsivo y supo que ese era su problema. Fue a médicos y le prescribieron Prozac, que ayudo, no al 100% pero si lo bastante como para mejorar. A veces se quedaba sin recetas y tenían que mandárnoslas por Fedex en medio de las giras.
Monte: Johnny no era necesariamente un facho racista, pero era muy pro blanco. Toleraba otras razas, tenia que hacerlo, pero estaba claro que no le gustaban. De hecho llevaba una tarjeta del KKK y siempre estaba contando chistes sobre negros. Un tipo cruzaba frente a nuestra furgoneta y el decía: “atropéllalo Monte, así habrá un negro menos”. Por supuesto bromeaba, pero había cierta seriedad en lo que decía. En cierto nivel todo era en serio. No se si era una postura o realmente lo sentía así.
Arturo: Es un conservador, pero no un racista, hay diferentes niveles de conservadurismo y alguno de los conservadores mas extremos pueden ser racistas, pero no puedes meter a todos lo conservadores en la misma bolsa y asumir que todos son racistas. Nunca hubo racismo, ni entonces ni ahora.
Monte: Irónicamente Arturo es gay, lo cual nunca importo a Johnny. Lo gracioso con Johnny es que el siendo un tipo tan americano, teníamos a un manager gay y un técnico de luces gay. Imagínate. Las tendencias derechistas y pro americanas de Johnny fueron puestas a prueba a lo largo de los años.
Monte: Joey se paseaba a todas horas por el vecindario y era una celebridad. En NY era como un héroe, todo el mundo le quería. Podía abordarle por la calle y hablar con él. Algún extraño se le acercaba para saludarle y acababan manteniendo una conversaron de una hora si no te lo llevabas de allí. Esa es la clase de tipo que era. Era único, pero no era solo su personalidad lo que le hacia tan interesante: eran sus actos. Para aquellos que le conocían mejor que el fan medio, había peculiaridades que difícilmente pasaban inadvertidas.
Monte: Llegue a la conclusión de que el grupo no iba a seguir si yo no ayudaba a Joey. De modo que me convertí en su asistente para todo, lo que molesto al grupo porque le daba un trato especial. Pero yo sabia que si no lo hacia, Joey no iba a ir de gira. Antes de las gira debía asegurarme de que llevaba todo lo que necesitaba, de lo contrario era mas difícil para mi. Cada año había más y mas cosas. Joey no podía hacer nada por su cuenta. Así era él, brillante en algunos aspectos y poco despierto en otros. Su madre y su amiga June cuidaban de todas sus finanzas, pagaban las facturas y limpiaban su departamento, que era un desastre.
Monte: Para mediado de los 90s, Dee Dee se había trasladado a Argentina con su segunda esposa Barbara Zambini. Dimos un gran concierto allí y se suponía que debía unirse a nosotros, pero eso nunca sucedió. En teoría debía reunirse con nosotros en el hotel, pero allí había una multitud de fans y de guardias de seguridad. Los de seguridad no lo conocían, así que no lo dejaron pasar. La banda estaba allí firmando autógrafos pero no le vio. Dee Dee se sintió menospreciado. Al final conseguimos que pasara, se subió a la furgoneta con nosotros y camino del local donde actuaban empezó a flipar. No podía soportarlo mas, salto de la furgoneta y se fue corriendo. Podía haber ido al concierto y tocar una canción. A la gente le habría encantado, Dee Dee era toda una estrella en Argentina, pero aquel era el Dee Dee paranoico de “todo Dios me odia”, para entonces ya no podías razonar con él.
Monte: en 1995 Joey había dejado claro que estaba próximo el día en que dejaría de salir de gira. Estaba cada vez mas enfermo y las giras le pasaban demasiada factura. La banda contrato una ultima gira nacional y empezó a decir a la prensa que aquella iba a ser la de despedida, pero entonces apareció el Lollapalooza y lo aceptaron. Después de eso nadie nos creía cuando decíamos que era el final. Después de Lollapalooza recibieron una oferta para ir a Sudamérica por una gran suma de dinero. Joey dijo que no y Marky y Johnny se enojaron: “Estas haciendo esto para que no ganemos dinero”. Querían dar un par mas de concierto, que demonios. Por eso se enojo Marky con Joey. Se lo tomo como un ataque personal. No se dieron cuenta de que no se sentía bien. El grupo no supo hasta 1994 que a Joey le habían diagnosticado un linfoma. Con anterioridad él ya había dejado caer alguna insinuación y yo sabia que algo estaba pasando. Vi las medicinas que estaba tomando y me dieron mala espina. Cada vez le resultaba mas difícil tener la energía necesaria. No era fácil resistir un repertorio de Los Ramones, especialmente cuando llevas puesta una pesada campera de cuero. Y no creo que Joey se sintiera cómodo para confiar sus problema a la banda, especialmente a Johnny. Sabia que no podría seguir saliendo de gira.
10 comentarios:
gracias man
por este aporte a mi cultura ramonera
ese libro debe ser lo más
un saludo
j.
oooo lo ramone eún sentimiento no puedo pararrr
Holaaa
Buenisimo Hey go Lets Go!!!
Fuerte lo de Joey, saber que la estaba palmando de a poco y no poder apoyarse en sus "compañero de banda". Ahora, Monte Melnick, se habrá preocupado realmente por lo que le pasaba a Joey o solo era uno más que le importaba la guita?
Gracias kristian, muy bueno! tremendo laburo
Gran laburo, Kristian!
Lo que más me sorprende es haber descubierto que más allá de su imagen los Ramones eran una banda extremadamente profesional.
Ramones por siempre.
Gracias por compartirlo con nosotros Kris, voy a hacer lo imposible por conseguirlo, por mas que sea por pdf..
Muchas gracias, Kristian. Muy bueno! Long live Esteifriiiiiiiiii!!!!!!
Interesante el libro, esa banda tiene esa especial mística, al menos para mí, si hacés un post contando qué pedía cada uno para comer en las giras, también lo leería. Anyway, gracias por "volver", y aguante la renovación.
Copado
Muy bueno este, y los otros posts del libro. Agradezco y felicito.
Saludos
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